jueves, 1 de septiembre de 2022

La innovadora solución de Suecia para lidiar con los residuos nucleares

 Décadas de desechos nucleares de alto nivel se encuentran en estanques asombrosamente claros e iluminados con luz azul, a unos 40 metros de profundidad bajo la superficie terrestre.

Es una vista extrañamente hermosa e inquietante. Largas filas de contenedores de metal, llenos de combustible nuclear usado en los reactores del país, yacen debajo de la superficie cerca de Oskarshamn, en la costa báltica de Suecia.

Es letal y completamente seguro.

Letal porque este material es intensamente radiactivo. Seguro porque se asienta 8 metros por debajo del agua, una barrera muy eficaz contra la radiación.

La radiactividad intensa genera una gran cantidad de calor, y este tipo de material debe enfriarse durante largos períodos antes de ser retirado para su almacenamiento.

Los residuos

La cuestión de qué hacer con esos residuos es algo con lo que muchos gobiernos, como el de Reino Unido, han estado lidiando durante años.

El problema no es la cantidad.

Incluso después de unos 60 años de programas comerciales y militares, las reservas de Reino Unido de desechos altamente peligrosos ascienden a unos pocos miles de toneladas, aunque también hay varios cientos de miles de toneladas de desechos de actividad intermedia que deben ser tratados.

El verdadero problema es el tiempo.

"Los combustibles usados ​​son intensamente radiactivos, y esa radiactividad tarda mucho tiempo en desintegrarse", explica el profesor Neil Hyatt, principal asesor científico de los Servicios de Residuos Nucleares de Reino Unido.

"Después de unos 1.000 años, queda alrededor del 10% de la radiactividad original, y eso se descompondrá lentamente durante unos 100.000 años más o menos".

Esto crea dificultades únicas.

"No podemos confiar en el control institucional para escalas de tiempo mucho más largas que unos pocos siglos", dice el profesor Hyatt.

"El Imperio Romano duró unos 500 años. La última edad de hielo terminó hace unos 10.000 años.

"Entonces, la superficie de la Tierra y las civilizaciones humanas cambian mucho más rápido que la velocidad a la que puede decaer la radiactividad en este combustible nuclear gastado".

Suecia ya ha llegado a sus propias conclusiones. Planea enterrar sus desechos en rocas a gran profundidad bajo tierra y dejarlos allí para siempre.

Este es un proceso conocido como disposición geológica, y los científicos del país llevan décadas estudiando diferentes formas en que podría llevarse a cabo.

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