jueves, 27 de septiembre de 2018

Convocan en Cuba a aunar esfuerzos para alcanzar la paz mundial

Con el propósito de aunar esfuerzos y clamar por un mundo de paz, en la Casa de la Amistad de La Habana celebraron el Día internacional para la eliminación total de las armas nucleares, que cada año toma el 26 de septiembre, fecha instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde el año 2013.

«Este es un día para profundizar en las consecuencias peligrosas y en la frágil doctrina de la disuasión nuclear», aseguró en la presentación de la actividad Fermín Quiñones Sánchez, presidente de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU) y destacó que el nuevo proyecto de Constitución del país incluye el reconocimiento de la paz mundial y el desarme nuclear como derechos constitucionales.
Igualmente presentó una Declaración de la organización con motivo a la efeméride donde se denuncia la existencia de unas 15 000 ojivas en el mundo, suficientes para destruir la civilización y acabar con la mayor parte de la vida de la tierra. El documento reconoce que las publicitadas reducciones de armas desplegadas desde el apogeo de la llamada Guerra Fría, no han significado de ninguna manera la disminución del peligro nuclear, como tampoco se han dado pasos a acciones concretas dirigidas a la eliminación total de este tipo de arma de destrucción masiva.
«Celebramos que como parte de su compromiso con un mundo libre de armas nucleares, Cuba haya sido el 5º país en ratificar el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares. Dicho tratado constituye un hito en la historia de las Naciones Unidas a favor del desarme general y completo, al establecer una nueva norma de Derecho Internacional de prohibición categórica de las armas nucleares en toda circunstancia», acentúa la Declaración.
En la actividad sesionó también el panel: “Por un mundo libre de armas nucleares”, donde el máster en ciencias José Santana Oña definió a las armas nucleares como explosivos de alta energía obtenida por la fisión o fusión del núcleo atómico. Para la fisión se utilizan átomos pesados como el uranio o el plutonio, y para la fusión átomos muy ligeros como ciertos isótopos de hidrógeno y la calificó como el arma más mortífera que existe en la actualidad.
El científico convocó a ratificar la posición de Cuba sobre la necesidad urgente de lograr la eliminación total de este arsenal. «Esto debe hacerse de forma transparente, irreversible y verificable con un cronograma multilateralmente acordado. Nuestro país aboga por una Convención abarcadora, donde se incluya la prohibición de la posesión, desarrollo, producción, adquisición, ensayo, almacenamiento, transferencia, uso o amenaza, y que estipule la destrucción bajo estricto control internacional», puntualizó.
Por su parte el doctor en ciencias Carlos Pazos recordó los genocidios ocurridos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente. En la primera la honda expansiva mató en el acto a 120 000 personas, causando más de 70 000 heridos y destruyó 47 000 edificio. Mientras que en Nagasaki perdieron la vida 55 000 habitantes y otros 70 000 resultaron heridos.
Tanto los panelistas como los asistentes evocaron palabras de discursos del Comandante en Jefe Fidel Castro alusivas al tema y narraron sus experiencias desarrolladas en investigaciones científicas, en las cuales demuestran que el peligro aún es latente en la humanidad, ejemplificaron con los conflictos bélicos de los últimos años, en los cuales utilizan las armas de uranio empobrecido, que causa la muerte instantáneamente y deja como secuela el desarrollo de varias enfermedades, principalmente el cáncer.
En la actividad se informó de la propuesta de paz de la organización internacional Soka Gakkai que difunde un pensamiento para incrementar la solidaridad entre los pueblos, no sólo enfocado hacia lograr el desarme y los valores humanitarios, sino para eliminar el sufrimiento innecesario que se cierne sobre la tierra, provocado por apetencias imperiales.

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